Cacopsylla pyri es la plaga que más afecta a la producción de nuestras plantaciones de perales durante los últimos años. Los diferentes estadios ninfales del ciclo de la plaga se alimentan de las partes tiernas del árbol, excretando una melaza que es la que genera la depreciación de las peras.
Peras afectadas de psylla
Este proceso comienza a finales de enero o inicios de febrero, cuando los adultos de esta especie comienzan a aparecer en las plantaciones de perales, especialmente en las horas soleadas, después de pasar el invierno en otros lugares como malas hierbas, zarzas, cañas , etc., donde pueden soportar temperaturas de hasta -15 ºC.
El adulto mide unos 2,5 mm de longitud y dispone de unas alas membranosas y unas patas adaptadas al salto. El complejo genito-anal, en la parte baja de su abdomen, permite diferenciar a los machos de las hembras.
La fecundación y la maduración de los ovarios son dos fenómenos diferenciados en esta especie; de tal forma que cuando las hembras están maduras (estadio M5) y las temperaturas máximas son superiores a 8ºC durante dos días, es cuando se inicia la oviposición. Una hembra hibernando pone una media de 200 huevos en su vida.
Hembra de psylla hibernando
Las técnicas que utilizamos para el seguimiento de la población en este momento del ciclo de la plaga son: frappage de 40 golpes en 40 árboles y posterior observación del estado de las hembras; y observación visual de 40 llamburdes (órganos florales) buscando puesta.
Esto nos permite tener una información útil para posicionar algún tratamiento disuasorio de puesta a las fincas donde este tipo de tratamientos pueda funcionar, y también para predecir el inicio de eclosiones de las primeras ninfas.
Bibliografía:
Peral. Control integrado de plagas y enfermedades. Guías de Gestión Integrada de Plagas de FRUTALES DE PEPITA
Xavi Escario y Carmen Colom
Dep. Técnico Trecoop Fruites