Reducción de inoculado de enfermedades en peral. Intervenciones en periodo de invierno.

En el periodo de parada invernal, no podemos olvidar por completo la lucha fitosanitaria contra los hongos y bacterias que afectan a nuestras plantaciones.

Los ciclos biológicos de las enfermedades no se detienen y es un buen momento para intervenir con el fin de reducir el inoculado de cara a la campaña siguiente. En el caso del peral, que es nuestro principal cultivo de fruta de pepita, con más de 400h cultivadas, las principales enfermedades que le afectan son: Erwinia amylovora (fuego bacteriano), Stemphylium vesicarium, Septoria pyricola, Pseudomonas syringae y Venturia pyrina.

En años con primaveras húmedas, como fue el caso de 2020, se hace un poco más complicado el control de estas enfermedades. El ciclo biológico de estos hongos y bacterias y la experiencia previa de años anteriores nos hacen ver que, después de una campaña con alta incidencia, hay que hacer actuaciones de invierno para reducir la afectación del año siguiente.

En el caso del Stemphylium vesicarium, que afecta principalmente las variedades de pera Conference, Alejandrina y Abate Fetel, sabemos que inverna en su fase sexual, sobre hojas y frutos en el suelo, y retoma su actividad la primavera siguiente.

Un caso similar sería la Septoria pyricola, que afecta más a las variedades limonera o williams, y en el que la conservación del patógeno durante el invierno se realiza en su forma telemòrfica, sobre las hojas atacadas caídas en el suelo; o el caso de la Venturia pyrina, en el que en las hojas atacadas se forman las periteques, que posteriormente, con condiciones climáticas favorables, dan continuidad al ciclo del hongo.

En el caso de la Erwinia amylovora, la bacteria inverna preferentemente en el tronco y ramas principales del árbol, esperando reiniciar el ciclo infeccioso cuando en primavera se alcancen los 16-18ºC y humedades cercanas al 100%. Las medidas recomendadas para la reducción del inóculo de estas enfermedades, en fincas con problemas la pasada campaña, se podrían dividir en prácticas culturales y en medidas químicas. Las prácticas culturales más destacables serían: retirar y quemar restos de poda así como la desinfección de las herramientas de poda una vez terminada la operación en fincas con problemas de Erwinia amylovora; para fincas con problemas de Stemphylium vesicarium, Septoria pyricola y Venturia pyrina la medida cultural más efectiva es la retirada de restos de frutos afectados, así como la retirada de hoja afectada en la medida de lo posible. Otras medidas serían mejorar el drenaje de suelos con acumulación de humedad o favorecer la aireación de la copa del árbol mediante la poda. En cuanto a medidas químicas para reducir el inóculo, podemos destacar las intervenciones con urea cuando tenemos alrededor de un 50% de hoja caída, y la intervención con formulados a base de cobre.

 

Xavi Escario y Carmen Colom
Dep. Técnico Trecoop Fruites